Continuamos estudiando la armadura de DIos y Pablo nos añade un elemento de protección importante en Efesios 6:16, "Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno."
Piensa en la escena que mencioné al principio y trata de identificar, o ponerle nombre, a esas flechas que vienen contra ti. ¿Cómo las piensas detener? Todos en algún momento de la vida hemos querido tomar control creyendo que somos capaces de detener las flechas que vienen hacia nosotros con nuestras manos/obras — ya sea porque llevo mucho tiempo siguiendo a Jesús, o porque he estudiado mucho la Biblia y la conozco a nivel profundamente intelectual… sea la razón que sea, Pablo describe el escudo, lo que lleva el soldado en la mano, no con obras para que nadie se jacte (Efesios 2:9), sino con FE.
Y es que no hay nada que yo pueda hacer para lograr lo que solo Dios puede hacer, librarnos del pecado que nos lleva a la muerte para darnos vida por medio de Cristo. No podemos vivir el caminar cristiano sin FE. Es por FE que creemos y somos salvos por gracia. Es por FE que Abraham vio la promesa de Dios aún cuando sus ojos y lógica humana no lo veía. Hasta ahora hemos conocido partes del escudo que son relativamente inmóviles al momento de ser utilizados, pero los escudos se llevan en la mano, son móviles, se utilizan para cubirnos donde haga falta y lo hacemos con seguridad. Mira el lenguaje que utiliza Pablo, “con el cual PUEDEN APAGAR todas las flechas.”, no hay espacio par al duda. Esto va de la mano con la definición que muchos conocemos de Hebreos 11 — “la fe es tener confianza en lo que esperamos, es tener certeza de lo que no vemos.” ¡Esto me llena de esperanza y me deja saber que No hay duda de la victoria en Cristo!
En medio de mis batallas, miedos, tentaciones, enfermedad, o cualquier situación, Cristo es mi escudo y refugio. Si Dios está conmigo, ¿quién contra mi?