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Caminando sobre el agua (Día 2)

February 13, 2024

Juan 6:18

Luego el mar se agitó porque soplaba un gran viento.


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Las feroces tormentas y la subsiguiente liberación de esas tormentas son un motivo común en las Escrituras. Jesús intervino en al menos dos tormentas: en una ya estaba en el barco (Mateo 8:23–27; Marcos 4:36–41; Lucas 8:22–25) y en otra caminó sobre el agua hacia los discípulos (Mateo 14:22–33; Marcos 6:45–52; Juan 6:16–21). La versión de Mateo de la segunda historia es la única que incluye también a Pedro caminando sobre el agua.


Los huracanes son conocidos por su poder destructivo. Entre 1980 y 2021, los huracanes resultaron en un estimado de 6,697 muertes y más de $1.1 billones en daños. Para reducir el costo monetario y el costo de vidas humanas, el gobierno de los Estados Unidos desarrolló el Proyecto Cirrus y el Proyecto Stormfury para manipular los huracanes. Volaban aviones dentro de los huracanes en el Proyecto Stormfury y arrojaban hielo seco desde aviones en el Proyecto Cirrus.


Aunque sus esfuerzos finalmente fracasaron, los científicos descubrieron que los huracanes son necesarios para traer equilibrio al clima y a los ecosistemas de la Tierra. Sin huracanes, los polos serían demasiado fríos, el ecuador demasiado caliente, las islas barrera disminuirían, las bacterias se desbordarían y las sequías internas durarían más tiempo.


Cuando pensamos en las tormentas de la vida, tendemos a pensar en lo negativo: lágrimas, confusión, dolor y pérdida. Aunque esta respuesta es comprensible, es importante permitir que las tormentas nos ayuden a madurar espiritualmente. Reflexiona sobre las tormentas espirituales que has experimentado. ¿Cómo te han ayudado a crecer espiritualmente?


Eso concluye nuestro devocional de hoy. Terminemos con una palabra de oración.


PALABRA DE ORACIÓN

Señor Jesús, al contemplar la tormenta en el Mar de Galilea y las tormentas en mi propia vida, reconozco el poder y el propósito detrás de cada tempestad. Así como Tú calmaste el mar y caminaste sobre sus olas, confío en que Tú me guiarás a través de mis propios tiempos turbulentos. Ayúdame a ver más allá del miedo y la incomodidad inmediatos, entendiendo que las tormentas sirven para profundizar mi fe, enseñar resiliencia y acercarme más a Ti.


Enséñame, Señor, a abrazar las lecciones ocultas dentro de las tormentas, a encontrar paz en Tu presencia en medio del caos y a depender de Tu fuerza cuando la mía esté fallando. Que cada desafío que enfrente me recuerde Tu soberanía y amor, transformando el miedo en fe y la confusión en claridad.


En tiempos de tempestad espiritual, permíteme recordar el crecimiento y equilibrio que pueden surgir de tales pruebas. Anímame a reflexionar sobre tormentas pasadas y reconocer cómo han moldeado mi espíritu, acercándome más a Tu verdad y preparándome para futuros desafíos.


Concéde me la sabiduría para discernir Tu mano obrando en todas las circunstancias y el coraje para caminar contigo, incluso cuando el camino parezca envuelto por olas. Que mi vida testifique Tu poder de traer paz y propósito a través de las tormentas.


En el nombre de Jesús, amén.

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