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Caminando sobre el agua (Día 4)

February 15, 2024

Juan 6:20

pero él les gritó: "¡No tengan miedo! ¡Yo estoy aquí!"


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La calma de Jesús contrastaba fuertemente con el miedo de los discípulos. Además, la razón para no temer estaba arraigada en la identidad de Jesús. No tenían motivo para temer, ni por la tormenta ni por la inusual manera en que Jesús apareció, simplemente por quién era Jesús. Él era el Creador del universo en carne humana. Por lo tanto, los discípulos no tenían nada que temer de la creación misma.


En una noche tormentosa, un hombre de negocios estaba sentado entre una mujer de mediana edad y una niña pequeña en un vuelo. Alrededor de una hora después del despegue, el avión experimentó una turbulencia extrema. El piloto habló por el sistema de megafonía y les dijo a los pasajeros que abrocharan sus cinturones de seguridad. Durante la siguiente media hora, el avión se sacudió y realizó caídas y giros. Algunos pasajeros lloraron, otros rezaron, pero no la niña pequeña.


Cuando terminó la turbulencia, el hombre de negocios le dijo a la niña: "Eres la persona más valiente que he conocido. ¿Cómo te mantuviste tan tranquila?" La niña lo miró a los ojos y dijo: "Mi padre es el piloto y me está llevando a casa".


Si tu vida se siente turbulenta e incierta, no te rindas al miedo. Recuerda que nuestro Padre celestial es el piloto y nos está llevando a casa.


Eso concluye nuestra devocional de hoy. Terminemos con una palabra de oración.


PALABRA DE ORACIÓN

Señor Jesús, al reflexionar sobre Tus palabras a los discípulos en medio de la tormenta, "¡No tengan miedo! ¡Yo estoy aquí!", recuerdo la paz y la seguridad que vienen de saber que estás conmigo. Incluso en medio de las tormentas de la vida, cuando el miedo parece ser la respuesta natural, Tu presencia ofrece una tranquilidad calmada que supera todo entendimiento.


Ayúdame, Señor, a aferrarme firmemente a esta verdad, especialmente durante tiempos de agitación e incertidumbre. Enséñame a confiar en Tu soberanía y Tu cuidado, sabiendo que Tú estás en control y que tienes un plan y un propósito para mi vida. Permíteme encontrar consuelo en el conocimiento de que Tú eres el Creador del universo y nada puede suceder fuera de Tu voluntad.


Cuando el miedo intente apoderarse de mi corazón, recuérdame que Tú eres mi piloto, guiándome a través de cada altibajo. Que esta seguridad transforme mi miedo en fe, mi ansiedad en paz y mi duda en confianza.


Señor, que mi vida sea un testimonio para otros de Tu fidelidad y amor. Usa mi viaje para alentar a aquellos que también están navegando por tormentas, señalándoles la seguridad que se encuentra solo en Ti.


En el nombre de Jesús, amén.

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