a. ¿Cómo serían personas que creen absolutamente que Dios siempre los oye, no
porque lo hacen tan poco que lo han estado guardando, sino porque lo hacen
tanto, que lo han visto hacerlo miles de veces?
b. ¿Cómo sería el correr a la presencia de Dios como mi primera opción y no como
mi última?
i. ¿Será que tendríamos más seguridad sobre las decisiones que tomamos?
ii. ¿Será que tendríamos más paz en las circunstancias que enfrentamos?
iii. ¿Será que nuestra efectividad en lo que hacemos sería mayor?
iv. ¿Será que nuestro impacto en nuestra comunidad sería más
grande?
1. Ciertamente el de Jesús fue increíble y parte venía de esa certeza
2. Jesús oró públicamente por la resurrección de Lázaro y la razón
por la que lo hizo es “para que crean que tú me has enviado”
3. Su oración no tenía solamente a Lázaro como protagonista, sino a
la misión del evangelio
4. ¿Cómo sería si oráramos con el deseo de ver el evangelio avanzar
y no solo para ver suplida nuestra necesidad?
c. En fin, en muchos sentidos, la iglesia ha perdido poder… “es tiempo de orar”
i. Pero debemos orar cómo oraba Jesús… con la confianza de que estamos
siendo oídos
ii. Debemos orar para desarrollar esa confianza
iii. Debemos orar entendiendo que Dios se goza de nuestra oración y
comunión (Pro 15:8 “El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová;
Mas la oración de los rectos es su gozo.”)