La semana pasada vimos que la iglesia, como Cuerpo de Cristo, debe crecer de manera sana en unidad. Este domingo reflexionaremos en otro aspecto en el que una iglesia sana crece: Evangelismo y Discipulado. Una iglesia sana, vista como la Familia de Dios, se multiplica.
Una familia sana se multiplica
II Timoteo 2:1-8
Gonzalo García
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