Las últimas dos semanas hemos meditado sobre algunos de los beneficios de la gracia: la justificación, la adopción y la santificación, que recibimos como un regalo, sin haber hecho algo para merecerlo. Pero si nuestra relación con la gracia de Dios se queda en una mera meditación, corremos el riesgo de que comience a parecernos demasiado buena para ser verdad, o que cuando analicemos nuestra vida, todo parezca indicar que la gracia de Dios es insuficiente. Dios no solo quiere que escuchemos sobre su gracia, quiere que la experimentemos, y por eso pone a nuestra disposición algunos medios sobre los que escucharemos el domingo, que, cuando los entendemos mejor, nos ayudan a confiar, saborear, experimentar, mejor la gracia de Dios.
La gracia, experimentada
Colosenses 2:20-3:4
July 30, 2023 • Sebastian Remus
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