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diciembre 14

Gozo y esperanza en medio del dolor por Fredy Merida, pastor Iglesia Fuente de Vida en Bakersfield, California.

Era una mañana fría y lluviosa de octubre de 2006. Me dirigía a ver la construcción del templo de la iglesia. En el camino me encontró un hermano y me dijo: ¿Ya supo lo del accidente? No, respondí, en seguida le pregunté: ¿Cuál accidente? Hoy en la mañana, prosiguió, un bus venía para acá de la cabecera departamental y en una curva, el conductor que dicen que iba ebrio, se precipitó al barranco. Mucha gente murió, más de cuarenta, y hay como ocho de nuestro pueblo y entre ellos está Joaquín.

Joaquín era el presidente del grupo juvenil de la iglesia y un muchacho que le había robado el corazón a todos. Dispuesto a servir en todo lo que podía, dirigía la alabanza, evangelizaba fervientemente, y por sobre todo lleno de amor y de un buen testimonio. El corazón me palpitaba de dolor y tristeza. Los papás de Joaquín si estaban preparados para un acontecimiento tan doloroso. Se llenaron de un gozo santo en medio de las lágrimas y el dolor de la separación. Esa noche en el servicio de consolación ellos y sus hijos les hablaron a los asistentes. “Nuestro corazón está lleno de dolor, pero también lleno de esperanza y de fortaleza” Hablaban con la misma fuerza con la que David se pronunciaba en el Salmo 116:9 “Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente”. Esa es la bendita confianza de que es mejor estar con el Señor.

Muchos de los presentes recibieron al Señor al escuchar la firmeza y la seguridad de esta familia que aseguraba que; para quienes están en Cristo “El morir es ganancia”.