Como Imitadores del Amor de Cristo, Celebramos La Natividad por Tomas Sanabria, M.Div., pastor de la Iglesia del Pacto evangélico de Albany Park y capellán en el Hospital Illinois Masonic en Chicago, Illinois.
Efesios 5:1-3 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Cuando Dios Salvador se despojó [se privó] de su gloria (su omnisciencia, su omnipresencia, su omnipotencia) y se presentó como el divino ser santo en el tabernáculo corporal de la Virgen Maria, el mundo fue ministrado por su amor profundo. Lo que fue formado, reproducido, y concebido en la Virgen Maria por medio del Espíritu Santo, sigue siendo causa de celebración.
Mateo 1.20b …porque lo que en ella es engendrado [producido en su carne, procreado en su cuerpo] del Espíritu Santo es.
Desde antes de su nacimiento, Jesucristo ha sido celebrado y predicado. Pero, a diferencia de las celebraciones tradicionales de la NAVIDAD hechas por la sociedad, los creyentes verdaderos celebramos su nacimiento como la NATIVIDAD.
Durante esta temporada de NAVIDAD el mundo se ha acostumbrado a celebrar levantando copas rebosantes con bebidas alcohólicas, participando en bailes ruidosos y entregando regalos por el consumismo. Con todo esto, el gozo espiritual se ha reducido a una celebración muy alejada de Dios.
Pero como imitadores de Cristo, nuestras celebraciones se realizan diariamente con el ESPIRITU DE CRISTO. En nuestro tabernáculo levantamos salmos, oraciones, procedemos al arrepentimiento, buscamos la Palabra de Dios y, como hijos amados, convivimos con los santos. Porque la NATIVIDAD (Nati = nacer; Vidad = vida) es la celebración de un nuevo nacimiento en nosotros, al unirnos en el amor del ESPIRITU DE CRISTO nuestras celebraciones se convierten en olor fragante para Dios en el cielo. Amén.
Feliz NATIVIDAD.