Génesis 1:20

“Dijo Dios: ‘Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en el firmamento de los cielos’”.

Hoy, los colibríes se encuentran sólo en Norteamérica, Centroamérica y Suramérica. Por supuesto, ya que el Arca de Noé descendió en las montañas de Ararat, tuvieron que cruzar Europa y el Atlántico para llegar allí. Sin embargo, hasta ahora, no había evidencia de esta migración.

Los científicos hoy en día han descubierto dos fósiles de colibríes en un hoyo de arcilla en el sur-occidente de Alemania. Estos diminutos fósiles son admirables en muchas maneras. Hasta el presente, los evolucionistas han afirmaron que los fósiles más antiguos de colibríes tienen un millón de años. Hoy se dice que estos nuevos fósiles son de 30 a 34 millones. Aunque nosotros no estamos de acuerdo con el fechaje evolucionista, esperaríamos que los fósiles de los colibríes en Europa o Asia precedan a aquellos del nuevo mundo. Aún algo más interesante es que los fósiles sugieren que estas aves más antiguas son colibríes totalmente funcionales. Los huesos de sus alas son como aquellos de los colibríes actuales, que sugieren que también podían oscilar y volar hacia atrás igual que los colibríes que conocemos hoy. Sus picos eran el doble del tamaño que sus cráneos, lo que sugiere que tomaban néctar igual que los colibríes actuales. En otras palabras, no hay señal de ningún desarrollo evolucionista, otro detalle que esperaríamos.

Aunque la evidencia para la historia de los colibríes es lo que esperábamos, no necesitamos evidencia científica para apoyar esta verdad bíblica. Tenemos la Palabra de Dios al respecto.

Oración: Te agradezco, Señor, por la belleza de Tu creación, que permanece hermosa, a pesar de nuestro pecado. Amén.

Ref: Science News, S. Perkins, “Ancient Buzzing.”