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Episode 98

Why should we pray?

(Ver debajo para español)


Why should we pray? The international theme for the year, “Prayer Works,” emphasizes prayer as a fundamental aspect of a Christian's life, discipleship, and relationship with the Lord. This raises important questions about the benefits and purpose of prayer.


Prayer is formative for the soul and serves as a spiritual "home base" where believers connect with God daily. When we say "Dear Heavenly Father," we affirm our belief that God listens, highlighting the divine nature of prayer. It’s not merely about reciting what God already knows but about understanding His will and purpose.


The phrase "In Jesus' name, we pray" signifies that our prayers seek to align with His will. Prayer isn't about changing God's mind but allowing ourselves to be touched and transformed by Him. The idea that “prayer changes things” and “prayer changes us” illustrates how prayer helps us understand God when we seek His will.


Questions such as “If everything is ultimately God's will, why pray?” and “Should we just accept things as they are?” might suggest a view of God where everything seems pre-determined and our actions seem irrelevant. However, God cares deeply about our thoughts and choices. He values how we use the gift of the Holy Spirit and wants us to think in alignment with Him. Prayer involves not just communicating with God but also reflecting on our thoughts, with the Holy Spirit actively guiding us. For example, in decisions like choosing a school, there may not be a wrong option, but seeking where the Lord leads us is important. Regardless of the choice we make, God still loves and provides for us. The key is to seek His wisdom, as every path offers opportunities to praise and glorify Him.


The Spirit is active in our prayers, interceding with groans too deep for words when we don’t know what to pray for, as Romans say. The Spirit advocates for us, even in our desperation. Jesus understands our struggles. Sharing our difficulties with Him creates a profound connection through prayer. We have this opportunity every day, whether our prayers are brief or lengthy. It’s a constant and powerful connection, a tool that works.


ESPAÑOL


¿Por qué debemos orar? El lema internacional del año, “Orar funciona”, resalta la oración como un aspecto fundamental en la vida, el discipulado y la relación de un cristiano con el Señor. Esto nos lleva a reflexionar sobre los beneficios y el propósito de la oración.


La oración tiene un efecto formativo en el alma y actúa como una “base espiritual” donde los creyentes se conectan con Dios todos los días. Cuando decimos “Querido Padre Celestial”, afirmamos nuestra creencia de que Dios escucha, subrayando la naturaleza divina de la oración. No se trata simplemente de recitar lo que Dios ya sabe, sino de comprender Su voluntad y propósito.


La frase “En el nombre de Jesús” significa que nuestras oraciones buscan alinearse con Su voluntad. La oración no consiste en cambiar la voluntad de Dios, sino en dejarnos influir y ser transformados por Él. La idea de que “la oración cambia las cosas” y “la oración nos cambia a nosotros” ilustra cómo la oración nos ayuda a entender a Dios cuando buscamos Su voluntad.


Preguntas como “Si todo es en última instancia la voluntad de Dios, ¿por qué orar?” y “¿Deberíamos simplemente aceptar las cosas tal como son?” podrían sugerir una visión de Dios donde todo parece predeterminado y nuestras acciones parecen irrelevantes. Sin embargo, a Dios le importa profundamente lo que pensamos y las decisiones que tomamos. Él valora cómo empleamos el don del Espíritu Santo y quiere que nuestros pensamientos estén alineados con los Suyos. La oración no solo implica comunicarse con Dios, sino también reflexionar sobre nuestros pensamientos, con el Espíritu Santo guiándonos activamente. Por ejemplo, en decisiones como elegir una escuela, puede que no haya una opción equivocada, pero buscar la guía del Señor es crucial. Independientemente de la decisión que tomemos, Dios sigue amándonos y proveyendo para nosotros. La clave es buscar Su sabiduría, ya que cada camino ofrece oportunidades para alabarlo y glorificarlo.


El Espíritu está activo en nuestras oraciones, intercediendo con gemidos indecibles cuando no sabemos por qué orar, como dice en Romanos. El Espíritu aboga por nosotros, incluso en nuestra desesperación. Jesús entiende nuestras luchas. Compartir nuestras dificultades con Él crea una conexión profunda a través de la oración. Tenemos esta oportunidad cada día, ya sean nuestras oraciones cortas o largas. Es una conexión constante y poderosa, una herramienta que funciona.