Hoy recordamos uno de los pasajes más trágicos, y de más advertencia, del Antiguo Testamento. David pudo ocultar su pecado de muchísimas personas, pero no de Dios. Me hubiera gustado retener la buena imagen del rey David, y nos causa gran tristeza su pecado, pero agradecemos a Dios que lo haya permitido, ya que de no haber caído, no hubiera sido capaz de ayudarnos, cuando somos conscientes de nuestro propio pecado. Describe muy bien su dolor, al haber sido confrontado con su pecado.
Confrontados con nuestro pecado
2 Sam 11:1-13:39
January 17, 2021 • Eduardo Gallareta
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