Tercera parte de una enseñanza muy práctica que nos ayuda a vencer un peligroso enemigo: el afán.
*Poema: El secreto*
Me encontré con Dios por la mañana,
Cuando el día prometía lo mejor,
Y su presencia vino como el alba...
Como algo grandioso en mi interior.
Todo el día junto a mí yo lo sentí;
Y navegamos en perfecta calma
Aunque el mar no cesara de arreciar.u
Vi otras naves, azotadas por las olas,
Vi otras naves tan llenas de aflicción,
Pero esos vientos que a ellas arrastraban
A la nuestra llenaban de paz y de quietud.
Luego, recordé otras mañanas...
Y, avergonzado, mi conciencia me acusó,
Pues también yo, soltando las amarras,
Muy tristemente... de su presencia me alejé.
Creo haber el secreto ya aprendido
Al ver frustrados mis caminos vez tras vez:
Debes buscar al Señor por la mañana,
Si todo el día quieres la compañía de él tener.
Ralph S. Cushman
Spiritual Hilltops (Adaptado)
El evangelio que prospera
NO HAY UN EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD, PERO SÍ UN EVANGELIO QUE PROSPERA.
3 Juan 2
(Otra bendición sacerdotal)
El Señor te prospere en todo.
El Señor prospere tu alama.
El Señor te conceda tener buena salud.
Números 6:22-27
La bendición sacerdotal
22 Jehová habló a Moisés, diciendo: 23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles:
24 Jehová te bendiga, y te guarde;
25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
27 Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.