“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”.

Efesios 6:13-16

Hace algunos años recibí una carta del Dr. Curtis Hutson cuando se acercaba al final de su vida. Había servido fiel y eficazmente a Dios, y supo que pronto iría al cielo. Él escribió: "Te reto a tomar tu lugar en la larga fila de los bautistas independientes que se han destacado por la separación (hablo aquí de separación eclesiástica) y ganar almas, y mantén esa bandera en alto hasta que venga Jesús o Dios te llama a casa".

Es un honor para un soldado que se le encargue mantener una posición difícil. El General de la Unión Joshua Chamberlain se convirtió en uno de los héroes más conocidos de la Guerra Civil por conducir a sus hombres a mantener la línea de la Unión en Little Round Top durante la decisiva batalla de Gettysburg. Siempre habrá oportunidades para nosotros de hacer concesiones al enemigo y ceder a la tentación. Pero cuando los enfrentemos, debemos mantenernos firmes. Los que nos han precedido han dado un ejemplo que debe animarnos a mantener nuestro territorio.

Reconozco que un día yo también voy a llegar al final de mi ministerio cuando sea la venida del Señor o mi vida termine. Cuando ese día llegue, quiero ser conocido como alguien que se mantuvo firme por la verdad. Que todos decidamos hoy tomar nuestro lugar en la línea de los que han pasado. Nuestro Señor espera y se merece nada menos que nuestra devoción completa.

Principio de hoy para permanecer Arraigados: La Armadura de Dios nos equipa para resistir los ataques del enemigo y para mantenernos firmes en la verdad.