“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;” Colosenses 1:9-11

La idea de que las personas son básicamente buenas y que por lo general, hacen lo correcto está muy extendida en nuestros días. Es fácil entender por qué la gente quiere pensar así, porque les hace sentir bien pensar en ellos de esa manera. Pero la Biblia pinta una imagen diferente del estado de los perdidos. “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:12).

A pesar de la enseñanza de las Sagradas Escrituras, que hemos recibimos una nueva naturaleza en la salvación, algunos parecen querer permanecer lo más cerca posible de la vieja naturaleza en lugar de caminar todos los días como una nueva creación en Dios. Debido a que Él es santo, requiere de nosotros una vida santa. Y debido a Su poder ya no estamos esclavizados al pecado, con la capacidad de hacer lo correcto. Charles Spurgeon dijo: “La libertad del hombre natural es la libertad de cometer el mal sin restricciones; la libertad de un hijo de Dios es caminar en santidad sin obstáculos”.

No obramos para ganarnos la salvación o el mérito ante Dios. Cuando confiamos en Cristo como nuestro Salvador, Él nos salva plena y libremente. Pero a veces pasamos por alto la realidad de que, como Sus hijos hemos sido liberados de nuestra antigua esclavitud al pecado, debemos desear caminar de una manera que agrada al Señor. Dios nos da los recursos que necesitamos para este digno caminar, pero debemos tomar la decisión de usarlos. Hay libertad en Cristo, pero es libertad del pecado, no libertad para pecar.

Principio del evangelio para ser edificado: Tiene el privilegio y la responsabilidad de caminar de una manera digna de un hijo de Dios.

03 de junio - LEER - Job 11-13 - ¿Job dijo en Job 13:15 que él iba a continuar confiando en Dios aunque pasara qué cosa?