“Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres”.

Efesios 4:7-8

Después de desenvolver todos sus regalos, a una niña le preguntaron: "¿Conseguiste todo lo que querías para Navidad?" Ella lo pensó un momento y dijo: "No, pero bueno, no es mi cumpleaños”. Se le da mucha atención, y con razón, a la excesiva comercialización de la Navidad. Este no es un tiempo para ver la cantidad de cosas que se pueden acumular debajo del árbol y la profundidad de la deuda en que podemos entrar para asegurarnos de que todos en la familia tengan todo lo que quieren.

Esta es una temporada que celebra las cosas buenas que hemos recibido de Dios. Por supuesto, el regalo de Jesús es el "don inefable" (2 Corintios 9:15), un don tan valioso que no hay palabras que puedan describirlo adecuadamente. Sin embargo, eso está lejos de ser el único regalo que hemos recibido a causa de la venida de Cristo. Como David lo dijo: Dios "cada día nos colma de beneficios" (Salmo 68:19). La palabra hebrea usada aquí significa una carga, que es casi demasiado pesada para llevar, eso es que nos colma de beneficios.

Es una medida de cuánto Dios nos ama tanto que Él no sólo nos dio a su Hijo, sino mucho más con él. Nunca debemos olvidar todo lo que Él nos ha concedido por gracia. La temporada de dar regalos de Navidad es un tiempo para compartir nuestras expresiones de amor con los demás, pero también es un momento en el que deberíamos estar agradecidos por todo lo que hemos recibido. Si usted mantiene ese enfoque en esta Navidad, usted encontrará que está teniendo verdaderamente una feliz Navidad sin importar lo que está debajo del árbol.

Principio de hoy para permanecer Arraigados: Todas las bendiciones que disfrutamos como hijos de Dios pueden rastrearse hasta el don del Hijo de Dios en la primera Navidad.