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Es nuestra delicia

Salmo 1

Fermín IV

Muchas veces las personas prefieren creer en algo que han escuchado o en algo que se dice por otros lados sin veracidad alguna, antes que creer en lo que está escrito, en donde sí hay certificado y certeza.

Tal vez pocos saben lo que la palabra de Dios dice de sí misma, hay varios que posiblemente ni les interesa, pero una vez que te adentras a saber los que es y lo que dice de sí, comprenderás y te deleitarás en saber cuan bienaventurado puedes ser cuando meditas en ella.

Reflexiona

¿Como y cuando puedes ser grandemente dichoso? Al que toma la palabra de Dios como su consejero, como su guía al camino correcto y cuando en ella encuentra su comodidad y pertenencia hacia el único dueño de nuestro ser.
Cuando sabes lo que la palabra es y lo que hace es entonces como puedes tenerla como un deleite (Sal 119:24).

¿Esto no es suficiente para que se convierta en tu interés máximo, en algo que te complazca y que sea tu todo?