Desde que venimos al mundo traemos ciertas inclinaciones. Algunos vienen con inclinaciones hacia la música, ya innatas en ellos, otros pueden venir como Oscar Castillo, con inclinaciones a tener un ego que se desarrolla rápidamente y con facilidad.
Es asombroso escuchar, cómo su auto dependencia, su espíritu de superioridad lo llevó a un punto donde tuvo que reconocer que había algo mucho más poderoso que él mismo.