Si la forma en que nosotros pensamos de Jesús no es bíblica, no es fiel al Jesús al cual las Escrituras apuntan, entonces no estamos verdaderamente siguiendo a Jesús. Terminamos con un Jesús falso, por lo tanto, es un Jesús insuficiente. Es sumamente importante que lo que pensamos de Jesús sea acorde a lo que Él ha revelado de sí mismo.