El comienzo del versículo cinco no está aislado de lo que anteriormente Pablo ha dicho, él se ha esforzado por hacernos comprender nuestra nueva posición en Cristo, hemos muerto, resucitado y ascendido con Él y por si eso fuera poco estamos a la espera de ser manifestados con Él en gloria.
Pero ahora, Pablo deja lo eterno y vuelve a lo cotidiano. Nuestra nueva posición en Cristo tiene implicaciones prácticas para nuestra vivencia diaria.