¡Todos anhelamos un mundo diferente! La sociedad habla de manera reiterativa de la necesidad de un cambio, con un destino opuesto al de nuestros padres y abuelos, desechando los valores familiares y reemplazándoos por los nuevos conceptos de lo que significa ser mejores humanos, incluyendo, aceptando y trabajando por un supuesto bien común, con la esperanza de que ese cambio traiga propósito y satisfacción personal. Pero la realidad muestra un panorama diferente donde la rebeldía y el odio es aplaudido y las familias como núcleo de la sociedad se encuentran cada vez mas divididas y desintegradas. Pero Dios quiere equiparnos y enseñarnos cual es el verdadero cambio para vivir ¡Un mundo diferente! ¿Cómo? Bueno todo empieza en casa con papá y mamá, si logramos tener un matrimonio fundamentado en el amor y el respeto, tal como Dios lo diseño, entonces tendremos una atmósfera propicia para que nuestros hijos puedan crecer con valores y con las herramientas para enfrentar los desafíos de la vida y por ende tendremos una mejor sociedad, genuina y firme. LA CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO DIFERENTE NO COMIENZA EN LA SOCIEDAD, EMPIEZA EN TRABAJAR EN TENER MATRIMONIOS ESTABLES!