Todos vivímos cegados por la mentira más grande de la humanidad: "No necesito a Dios". Cuando descubrimos que no sólo creímos una mentira, nos damos cuenta que desperdiciamos tiempo y esfuerzo en hacer una vida posible en nuestras manos. Tratamos de encontrar en diferentes lugares cómo llenar nuestros vacíos, y por más que buscamos, la fuente de la verdad siempre te perseguirá hasta que aceptes la verdad o decidas permanecer en la mentira. Los que encuentran la verdad, son personas que no sólo la venda de sus ojos se ha caido, sino que ¿Por qué regresarían a la vida de ceguera, cuando la verdad es suficiente?. Permanecer, es lo que hace una persona que no sólo descubre la verdad, sino que la entiende y la vive.

2 Corintios 4:4-5

en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.