El almendro es el árbol frutal que florea mucho antes que cualquier otro en Israel y es referencia a una enseñanza clave para definir a un DISICPULO, un hombre o mujer que sigue a Cristo con convicción y pasión, sin mirar atrás y con el ejemplo. Un discípulo no esta esperando a que alguien lo haga, él o ella, va primero, tiene iniciativa y actúa. Un discípulo se prepara, esta vigilante y obedece, un discípulo impulsa a otros y como el almendro embellece con su presencia el frio del invierno.
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