April 14, 2019 • Heriberto Hermosillo
Reconocer en nuestro corazón, a nuestro hermoso Salvador como aquel hecho más sublime que los cielos.
Relacionarnos con Jesucristo, a través de su correcta identidad.
Ser exhortados a atender con más diligencia a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
Identificarnos como casa de Cristo reteniendo firme hasta el fin nuestra confianza del principio y el gloriarnos en la esperanza.