Ocasionalmente le pregunto a mis hijos, después de pasar un día de diversión, "¿cuál fue su parte favorita del día?". A veces responden de inmediato, otras, titubean un poco para encontrar un momento que destaque del resto. Y es que este ejercicio, por simple que sea, requiere separar (o discriminar) entre 'todo' para que sobresalga ese 'uno'. Esto puede ser difícil para un niño. Sin embargo, encontramos en la carta a Santiago que en la iglesia suele ser sencillo llevar esta actitud de favoritismo, es decir, separar - discriminar - entre personas aun en los servicios de adoración. Esta no es la actitud de una comunidad nacida por la Palabra de verdad, y veremos las razones por qué.
Sin lugar para el favoritismo
Santiago 2:1-13
February 25, 2024 • Esdras García
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