Al final de la carta de Pablo a los Romanos, hay una gran revelación.
Además de ser un tratado teológico y una exhortación, es una carta misionera.
Pablo expresa su deber de proclamar el Evangelio por todas partes, es decir, predicar las buenas nuevas, donde Cristo no sea conocido,
En este pasaje encontramos, para qué nos bendice Dios. Abundantemente.