El pueblo de Dios está en crisis, Moisés tardó en bajar del monte Horeb, y ellos fabricaron y adoraron un ídolo, y al hacerlo, lo que pusieron en juego fue la presencia de Dios en medio de ellos. Recibir cualquier bendición no tiene valor, si Dios no está contigo. La manera en la que esperamos los tiempos del Señor, es una buena medida de nuestra madurez espiritual. Ese tiempo debería profundizar nuestra perseverancia en nuestro caminar con Dios. Moisés pidió al Señor, le permitiera verlo en todo su esplendor. Aún con lo maravilloso que pudiera haber sido esa experiencia, no se compara con la revelación que Dios nos ha dado en Cristo. ¿Dios está contigo?
¿Tiene valor una bendición, si Dios no está con nosotros?
Éxodo 32-33
Eduardo Gallareta
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