El profeta Zacarías, sigue escribiendo acerca de las cosas que sucederán en ‘Aquel día’, menciona una fuente abierta, como provisión inagotable, para lavarnos del pecado. Es la misericordia de Dios. También promete cortar la fuente de la impureza: la idolatría y los falsos profetas. Zacarías anticipa la obra de Dios en Cristo.
Al final, el remanente será purificado y probado como el oro. ¿Estas listo?