Cuando dejemos de dar excusas por nuestros pecados y aceptemos el perdón que Cristo ofrece, vamos a aprender a adorar verdaderamente. Cuando su santidad no sea una excusa para alejarnos, sino para acercarnos, lo vamos a hacer en humildad, gratitud y adoración. El Padre está buscando adoradores y Jesús es la manera en que el Padre los busca, los llama y los reúne. Ha llegado la hora, porque el Salvador está aquí, el Hijo está aquí.
No se Trata de Dónde Sino a Quién
En Espíritu y en Verdad
July 8, 2018 • Francisco Bendfeldt