Aunque tal vez Rut no siempre haya reconocido la dirección de Dios, Él estuvo a su lado a cada paso del camino. Salió a espigar y por pura “casualidad” le tocó hacerlo en el campo de Booz quien por pura “casualidad” era un pariente cercano. Estos sucesos fueron más que simples coincidencias. En sus quehaceres diarios, Dios obra de maneras que quizás tu nisiquiera te das cuenta. No pienses que Dios te ha abandonado. Las cosas no corren por suerte ni por coincidencia. Debemos tener fé de que Dios dirige nuestra vida para llevar a cabo su propósito.
La Mano de Dios en Nuestra Suerte
Rut #3
August 5, 2018 • Francisco Bendfeldt
More from
RUT