Dios aún nos quiere llevar a la tierra prometida. En ese camino a la bendición debemos tener en cuenta algunas cosas que nos llevaran a madurar para ver Su Gloria. Entre esas debemos examinar nuestro corazón para ver si hay algo que obstruye una relación cercana con Dios. Cosas como atribuirnos a nosotros mismos las obras de Dios, la rebeldía contra La Autoridad de Dios y los deseos propios de idolatría e inmoralidad también pueden influir una lejanía con Dios. Por último, debemos menguar y renunciar a nuestros planes y poner los planes de Dios por encima y así podremos ver Su Gloria, manifestarse.
Anderson y Jenny Garcia